Abraham Palatnik: El adiós al pionero del arte cinético brasileño
Por Raíza Ribeiro Cavalcanti*
Abraham Palatink, hijo de padres judíos ucranianos, nació en la región nordeste de Brasil, pero partió tempranamente, a la edad de 4 años, a vivir junto a su familia donde en la actualidad se sitúa el Estado de Israel. El pasaje por Tel Aviv y los años de estudio allí, marcaron profundamente la trayectoria artística de Palatnik e influenciaron tanto su inclinación por el arte y la estética, como su gusto por la tecnología y las máquinas. Ejemplo de lo último se observa en sus años como estudiante en la Escola Técnica Montefiori, cuando se especializó en motores a explosión. Sin embargo, en los años posteriores, Palatinik inició una importante formación artística al frecuentar los talleres del pintor Haaron Avni (1906-1951) y del escultor Sternshus, además de estudiar estética con Shor. Finalmente, en el Instituto Municipal de Arte de Tel Aviv (1943 y 1947) tomó clases de dibujo, pintura y estética, profundizando los intereses y aprendizajes artísticos iniciales. (Itaú Cultural, 2020).
A los 20 años (1948), Palatnik retornó a Brasil instalándose en Rio de Janeiro, donde inició una convivencia con algunos de los artistas que fundaron el movimiento concretista brasileño (Ivan Serpa, Renina Katz y Almir Mavigner). Palatnik también se relacionó, en este período, con el crítico de arte Mário Pedrosa y conoció el trabajo realizado por la psiquiatra Nise da Silveira en el hospital psiquiátrico Engenho de Dentro (arte del inconsciente). Estos contactos influenciaron profundamente el trabajo de Palatnik, que de ahí en adelante abandonariá la utilización convencional del pincel y del dibujo para pasar a la experimentación con la luz y el movimiento.
A partir de sus primeros experimentos, iniciados en 1949, realizó su primera obra cinética. Después de pintar algunas telas abstractas, inició la producción de máquinas que ponen el color en movimiento. Es así como surge Aparelhos Cinecromáticos, trabajo que fue exhibido en la 1ª Bienal Internacional de São Paulo (1951). Una anécdota importante es que el trabajo de Palatnik fue inicialmente rechazado por la comisión organizadora de la Bienal por no “encuadrarse en las categorías previstas”en el evento. Aparelhos Cinecromáticos se trataba de cajas cubiertas con telas, formando estructuras similares a los lightboxes producidos por artistas como Jeff Wall en la década de 1980. Al interior de la caja, un mecanismo formado por 600 metros de cables conectando 101 lámparas de distintos voltajes, junto a varios cilindros coloridos que rotaban en variadas velocidades accionados por el calor, producía una serie infinita de cambios de colores y movimientos pictóricos. Según la descripción de Mário Pedrosa, los Aparelhos son “cajas en las que proyectan sobre la tela u otro cualquier material semitransparente composiciones de formas coloridas en movimiento» (Pedrosa, 1977, in:Itaú Cultural, 2020. Traducción de la autora). Finalmente, la instalación multimedia de Palatnik no solamente fue aceptada, sino que ganó una mención especial del jurado internacional del evento.
Es interesante, en ese punto, hacer una elipsis histórica: en la historiografía del arte en Brasil, la primera Bienal de São Paulo es conocida por ser el evento que influenciará la emergencia del movimiento concretista nacional, a través del artista suizo Max Bill (cuya obra Unidade Tripartita, de características abstracto-concreta, fue la gran vencedora de esa edición). Sin embargo, ese dato historiográfico sobre la 1ª Bienal esconde el hecho de que el grupo que fue conocido como los primeros concretistas brasileños, ya trabajaba y realizaba experimentaciones artísticas abstractas desde períodos anteriores al evento. El mismo Abraham Palatnik realizó su Aparelhos Cinecromáticos antes de conocer la obra de Max Bill. Es más, por los experimentos con el color y la luz en movimiento desde finales de los años 1940, críticos de arte como Mário Pedrosa (1951) situaron a Palatnik entre los pioneros de la investigación de la plasticidad de la luz. En ese sentido, es importante aclarar que más que influenciadora, la primera edición de la Bienal Internacional de São Paulo fue una catalizadora de artistas que ya desarrollaban investigaciones experimentales, los cuales se reunieron en dos grupos distintos (Grupo Frente, en Rio de Janeiro, y Grupo Ruptura, en São Paulo) para instaurar el movimiento concretista brasileño. De este modo, la trayectoria de Palatnik se confunde con la historia de las vanguardias artísticas brasileñas que abrirán el camino para el arte contemporáneo nacional.
El pionero trabajo cinético de Palatanik, definido por Pedrosa (1951) como ”dinamismo plástico-cromático”, se caracteriza, desde los primeros Aparelhos Cinecromáticos, por la manera en la que ponía en movimiento los colores y las formas abstractas. Y lo hace ya sea a través de la construcción e invención de mecanismos accionados por motores, como a través de la producción de cuadros donde la tridimensionalidad de las formas producidas por Palatnik los sitúa en el límite entre la pintura y la escultura.
Al final de la década de 1950, el experimento cinético de Palatnik alcanzó la tridimensionalidad escultural. A partir de 1962, inició la producción de la serie Progressões, donde explora la tridimensionalidad desde la pantalla. Son cuadros/esculturas que juegan con la espacialidad, la visualidad y el cuerpo del espectador. El efecto cinético, buscado por Palatnik, solo se realiza a través del movimiento del espectador frente a la pantalla. El baile de las formas y colores, en esa serie, no se realiza a través de la acción de los motores, sino a través de la acción de quien se posiciona frente a la obra.
A partir de 1964, Palatnik inició la producción de Objetos Cinéticos, otra de sus series más conocidas. En Objetos Cinéticos, el artista exploró el movimiento de las formas a través de la creación de esculturas, donde conectaba cables a formas coloridas que son puestas en movimiento a través del impulso de motores y electroimanes. Los trabajos de esta serie son constantemente comparados a los móviles de Alexander Calder (1898) por la manera en cómo las formas abstractas, colgadas de los cables, se asemejan a las producidas por Calder. Sin embargo, en el trabajo de Palatnik se trata de poner estas formas en movimiento a través de una dinámica planeada y accionada a través de una regularidad mecánica (Navarro, 2012). Objetos Cinéticos no son, por lo tanto, solamente un estudio de la composición de formas abstractas, sino también un experimento de la mecánica del movimiento de las formas, cuestión que permea toda la obra de Palatnik hasta el final.
A los 92 años, Palatnik seguía produciendo y explotando las mecánicas de los colores y movimientos, cuando finalmente su larga trayectoria de casi siete décadas fue interrumpida por la actual pandemia del COVID-19. En Ver, Mover (2017), una de sus últimas exposiciones (Galería Nara Roesler), fueron presentadas obras inéditas del artista que seguía experimentando con distintos materiales, tal como el acrílico, en vísperas de cumplir 90 años. Su extensa y prolífica producción, hasta el final de su vida, deja un legado inestimable para el arte experimental brasileño y latinoamericano, contribuyendo a desdibujar las fronteras entre ciencia, tecnología y producción artística. Por tanto, es con profundo sentimiento de agradecimiento que nos despedimos de este artista fundamental para la historia del arte latinoamericano de los siglos XX y XXI.
Referencias
Centro Cultural Banco do Brasil (2017). Abraham Palatnik: A Reinvenção da Pintura. Centro Cultural Banco do Brasil – Rio de Janeiro 1º de fevereiro a 24 de abril de 2017. Catálogo de exposición.
Fundação Bienal de São Paulo (s/f). 1ª Bienal de São Paulo (1951). Bienal de São Paulo, São Paulo. Disponible aquí.
Itaú Cultural (2020). Abraham Palatnik. Enciclopédia Itaú Cultural, São Paulo. Disponible aquí.
Navarro, P. (2012). Palatnik, une discipline du chaos. Vabien – El Arte Latinoamericano en Paris, noviembre de 2012, Paris. Disponible aquí.
Pedrosa, M. (1951). The Chromatic Plastic Dynamism of Abraham Palatnik: An Introduction to the First Biennial of São Paulo (1951). Tribuna da Imprensa, Octubre 1951, Rio de Janeiro, Brasil.
Premio PIPA (2017). Com curadoria de Luiz Camillo Osorio, individual de Abraham Palatnik traz obras inéditas. Premio PIPA, octubre de 2017, São Paulo, Brasil. Disponible aquí.
* Raíza Ribeiro Cavalcanti
Doctora en sociología e investigadora en el área de las artes visuales. Postdoctoranda en la FACSO/Universidad de Chile. Co-coordinadora del Núcleo de Sociología del Arte y de las Prácticas Culturales de la Universidad de Chile. Primer lugar en el 8o Concurso Público de Ensayos sobre Artes Visuales del CEDOC (Chile, 2019). También es cientista social y periodista. Publica regularmente artículos sobre arte, sistema artístico,instituciones de la cultura, prácticas artísticas y políticas. Vive y trabaja en Santiago.