Recordamos a Néstor Olhagaray, figura pionera en las artes mediales
El pasado miércoles 18 de marzo, falleció el artista, intelectual, académico y humanista Néstor Olhagaray (Santiago de Chile, 1946 – 2020), apasionado cultor de las artes audiovisuales, cuya obra supo imprimir en formatos electromagnéticos el inconsciente de Chile.
Néstor Olhagaray Llanos se formó en Instituto Pedagógico, y entre 1965 y 1970 estudió en la Escuela de Bellas Artes, ambas instituciones dependientes de la Universidad de Chile. Más tarde, partió a Moscú, donde hasta 1975 cursó un Máster en Dirección de Fotografía en el Instituto de Cine. Luego, entre 1976 y 1979 realizó un diplomado en Comunicación en la Universidad de Paris III y, posteriormente, en 2006, recibió el título de Doctor en Filosofía, Teoría del Arte y Estética de la Universidad de Chile.
Desde su regreso al país, se dedicó de manera incansable por tender puentes entre la producción audiovisual de carácter autoral de Chile y el extranjero, siendo pieza clave en el desarrollo del Festival Franco-Chileno de Videoarte, que devino en la Bienal de Video y Artes Electrónicas, y luego en la actual Bienal de Artes Mediales de Santiago, encuentro del cual fue su director, donde dio espacio a diversos artistas para exhibir obras que hasta entonces carecían de plataformas para su divulgación.
Fue creador de la Corporación Chilena de Video (CChV) y también ejerció la docencia, siendo profesor de varias generaciones de realizadores chilenos en diversas instituciones. Asimismo, sus libros construyeron un panorama transparente de la producción audiovisual experimental, antecediendo una reflexión crítica sobre el uso de los medios tecnológicos masivos en la actualidad.
Una semana antes de su partida, el jueves 12 de marzo, tuvimos el honor de inaugurar junto a él en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC, sede Parque Forestal) la exposición Néstor Olhagaray: Historias Comunes, muestra que destacó su papel fundamental en el desarrollo de las artes mediales, exhibiendo algunos de sus archivos y obras audiovisuales más emblemáticas como Adiós Jacqueline (1984), Interview Story (1988), F-16 (2003), Espacios disciplinados vigilados (2005) y Todo torturador es un mediocre (2016).
Néstor nos deja un extenso legado intelectual y cultural, nos sentimos agradecidos por su generosidad y con la alta responsabilidad de acercarnos de alguna forma a su visión, siempre acertiva sobre nuestro presente y realidad.